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Capítulo 4: MEbA: Aprende con Flor del Campo sobre la apicultura, el secreto de las abejas para un mundo sostenible.

Posteado el Lunes, 25 de Noviembre de 2024

La apicultura es mucho más que una práctica milenaria que nos ofrece miel. Es una actividad fundamental para el equilibrio del ecosistema y la biodiversidad, que a su vez promueve el desarrollo económico y social. A través de la crianza y cuidado de las abejas, los apicultores no solo producen miel, sino también cera, propóleos, jalea real y polen, productos que han sido apreciados por sus múltiples beneficios. 


Pero, ¿Qué es la apicultura?

Es la cría y cuidado de abejas con el fin de obtener productos derivados de la colmena. Este proceso se realiza en un espacio especializado conocido como apiario, donde las colmenas se organizan y mantienen. Cada colmena alberga una jerarquía: la abeja reina, es responsable de la reproducción; las obreras, que recolectan néctar y polen; y los zánganos, cuya única función es fecundar a la reina. Las obreras son las principales productoras de miel, cera y jalea real, y realizan este trabajo durante todo el año.


En un ciclo que dura alrededor de tres semanas, las abejas producen el néctar recolectado de las flores para producir miel, mientras mantienen la colmena activa y saludable. Los apicultores, por su parte, supervisan y gestionan este proceso, recolectando los productos cuando están listos para su comercialización.


Peligros para las abejas y la apicultura

El mayor peligro para las abejas son todos los químicos, agroquímicos y fungicidas, así como el exceso de verano y el inviernoaseguró Jaime Guerrero, apicultor de la región Santandereana. Esto lleva a las abejas a  enfrentar múltiples amenazas que comprometen tanto su supervivencia como la continuidad de la apicultura. El uso de pesticidas, la pérdida de hábitats naturales debido a la deforestación y el cambio climático son algunos de los factores que han reducido drásticamente las poblaciones de abejas en muchas partes del mundo. Esta disminución es alarmante, ya que las abejas son polinizadores esenciales para la agricultura y la biodiversidad.

La falta de apicultura también pone en peligro la producción de miel y otros productos derivados de las abejas. Sin prácticas responsables y sostenibles de apicultura, el ecosistema podría sufrir, afectando no solo a las abejas, sino también a la salud de las plantas y cultivos que dependen de la polinización para su reproducción.


¿Sabías que algunas especies de abejas pueden dejar la colmena si el apicultor no les da un buen trato?

Beneficios para el medio ambiente

Esta práctica tiene un papel vital en la preservación de la biodiversidad. Las abejas son responsables de la polinización de muchas plantas, tanto silvestres como cultivadas. Este proceso es crucial para la producción de alimentos, ya que un porcentaje significativo de los cultivos alimentarios dependen de la polinización para producir frutos y semillas. Sin las abejas, la cadena alimentaria estaría gravemente afectada.

Además, las prácticas apícolas sostenibles fomentan la conservación de los recursos naturales y contribuyen a la regeneración de ecosistemas, incluso en terrenos marginados donde otras formas de cultivo pueden no ser viables.

Beneficios comerciales y económicos

El desarrollo de esta actividad  no solo tiene un impacto positivo en el medio ambiente, sino también en la economía. Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) la apicultura es una fuente importante de empleo, generando miles de puestos directos en la producción, comercialización y exportación de productos apícolas. Además, el mercado de la miel, la cera y otros productos derivados de las abejas ha crecido considerablemente, con un valor económico importante para los pequeños y medianos productores. Jaime Guerrero, confirma que gracias a todos esos derivados es rentable cultivar abejas y al mismo tiempo influir en la mejora de los cultivos lo cual impacta de manera positiva la economía.

La apicultura, pilar para el futuro

El futuro de la apicultura está estrechamente vinculado a la sostenibilidad ambiental. A medida que aumentan las preocupaciones por el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la apicultura se perfila como una actividad esencial no solo para la producción de alimentos, sino también para la conservación de los ecosistemas. Promoverla y protegerla  es esencial para el futuro del medio ambiente y la biodiversidad .

Conoce más sobre este tema con Flor del Campo y Don Jaime en el siguiente video: